Efimera Eternidad

Muchas personas me preguntaron qué ¿Quién soy? O ¿Quién era? Nunca supe que decir o responder además de mis nombres, mis apellidos y quizá un comentario satírico para acompañar mí no tan humilde presentación, muchos de mis conocidos, amigos y hasta las parejas que tuve y tengo –a veces hasta ahora- me identificaban por ciertas características como por ejemplo mi crin nada común, por mis ojos achinados, por la altitud que poseo o por mi porte o postura que hizo y a veces hace a muchos dudar de mi inclinación sexual, en otras ocasiones me señalan de flojo por mi semblante agotado o como alguien calmado por mi flemática voz. Sin embargo jamás estuve a favor de ninguna de esas etiquetas pero tampoco demostré una postura en contra para evitarme pugnas vanas y sobre todo por la flojera una flojera más que basta para pensar siquiera en oponerme, en fin. Luego de muchas lunas analizando estas preguntas y luego de ordenar todo lo que era y soy capaz de decir, hacer o escribir pude plasmar mi m

Partiste, sé que tengo parte de culpa pues como en el símbolo del equilibrio el ying sin el yang no existe, pero… ¿viste lo que hiciste? Jamás te despediste, te llevaste la luz de mi alma cándida, la dejaste encendida y no fue tu fuego pasional, fueron las llamaradas de tus besos los que me dejaron preso en un palacio de cristal, admiro tu calma pero no entiendo ni ti sentir ni tu pensar, si de verdad me amaste ¿Por qué te vas? Tus  te amo   fueron las alas de este ave rapaz, tus lágrimas era el agua sagrada y yo el guardián que lloraba sangre cada vez que las veía formar su cristalino camino sobre tu faz, éramos un amor fórmula uno pero te llevaste el motor y ni el amor quedó con uno, pasábamos hambrunas en las noches pero nos comíamos a besos con excesos y bailábamos al son de dos latidos pero siendo un solo corazón y al llegar el alba solo era uno, ya no dos. Buscaba al homicida del crimen atroz y buscaba cada recoveco con una frenética desesperación, pero en la sangre se reflejó el