Hoy me siento confundido entre el amor y las dependencias, ambigüedad de sendero bajo una misma penitencia. Las rosas son rojas como el rubor del osculo usurpado o el de una vergüenza, pero en ambas ocasiones su valía depende de su cuantiosidad. ¿Y qué será lo que me ata a su persona?¿Qué será lo que me une? ¿La demencia de su amor o su serenidad cuando me destruye?¿Será su sonrisa tenue, ante el dolor inmune o serán el café de sus ojos que su energía ante el insomnio presume sus desvelos?¿Será esa mirada materna que mata y delata o será que me hace sentir padre sin que haya biberón o sonaja? ¿Serán sus besos tiernos cuál caricia celestial o será el néctar de Venus que hace ahogar gemidos? En sus manos mi vida, en sus ojos mi paz, en sus labios mi orgullo y en su corazón mi hogar. Soy el perro que disfruta verla llegar, no importa si es con comida o con azotes para dar. La cuidé con mi vida aunque mi amor posee incertidumbre, soy el faro del océano, aunque no siempre le alumbré, soy es...
Busco que la gente se identifique con mis escritos, que mis letras lleguen al corazón del lector