La razón de nuestra sonrisa

En esta gélida noche donde el firmamento abraza mi quebranto, solo una botella de vino seco abraza mis pesares, pasan los minutos y dejan huellas en mi piel, imborrables como los lunares, las huellas del destino, solo hallo mi paz en los ojos que no miro, un receso a la cruel realidad que tanto me hiere, hay noches donde mi espíritu prefiere salir de este cuerpo finito y volar hacia lo infinito para evitar el hado que producen las peripecias del mañana incierto, tengo el secreto del recuerdo eterno en un cuaderno donde manda una pluma y una incandescente luz, la misma que muere con el pasar de la noche, muchas veces al corazón le llegan ganas de hurgar en lo que no debe, solo para hallar lo que no quiere conocer, EL DOLOR , elixir necesario cuyo sabor deja la hiel en los labios de quien pronuncio un TE AMO, llegamos al punto de considerar hostil al amor, cuando es la cura del mismo dolor causado por un goloso hambre de conocimiento, hambre de saber si la persona que dice amarnos nos es fiel, se le conoce como CELOS, que satírico suceso, recibimos vida en un beso pero morimos y matamos al dar un una mirada o al notar algo que no esperábamos conocer con la misma.

Una vez leyendo un manga vi una frase de un personaje que hasta hoy es uno de mis favoritos por su filosofía tan realista y cruel al mismo tiempo, la frase tan honesta para despertarte ante la realidad del aferro, tan sutil pero notoria como una brisa que causa escalofríos en tu cuerpo en una otoñal mañana y la frase aunque no daña, causa despierta de la manera más  directa posible y la frase decía: EL SER HUMANO ES LA ÚNICA CRIATURA QUE BUSCA EL ANTÍDOTO EN LAS MISMAS MANOS QUE LE DIO EL VENENO. Valla, si supieran cuanto despertó en mi esa frase no sé si a ustedes la entendieron, pero en mi hizo maravillas, me mostro quien me ama y quien no, queridos lectores, sé que son pocos los que leen mis líneas, sé que no a muchos le es importante lo que un mocoso pueda escribir y es verdad, yo tampoco le daría importancia, pero lo hago porque yo sé que lo que escribo encierra el silencio tras una sonrisa de aquellos que necesitan una caricia de la esperanza, sé que encierro sentimientos que muchos callan, quizá no todos sientan lo que yo siento, pero nadie podrá decir que miento, les confieso que muero en cada escrito que hago, pero dejo huella en los corazones que callan pero hacen un camino de lágrimas rumbo a la estrella que por momentos roza mi lápiz en el papiro, la estrella de la calma, la paz del alba, confieso que pierdo más de lo que gano cuando mi grafito roza los reglones, amo la escritura, pero sufro de bajones, esos que te llevarían al suicidio en un segundo, que te cambian el rumbo y solo la tristeza se hace tu guía, pero tengo el consuelo del solitario: Una hoja, un boli y mil paradojas que expresen mi sentir, que irónico es saber que solo hay una forma de vivir pero cada día hay una nueva razón para morir, pero avanzamos, sin importar lo duro que sea, seguimos, vivimos cada día como si fiera el ultimo, de corazón te digo querido lector que no estás solo, yo nunca pido ayuda pero sé que es un suicidio, siempre tuve ese complejo de héroe, siempre luché cada batalla solo pues pensaba: No voy a dar más problemas a quiénes me necesitan. Pero no podemos solos, lo sé por experiencia previa, sé que el dolor nos puede hacer ariscos y si lo permitimos nos dejara ganuflexos, los problemas son dagas que hieran zonas vitales, pero nuestros lazos son la cura, ¿saben? A veces pienso que somos muy falsos, díganme de que sirve vestir tan garoso si nuestra alma solo es cubierta por harapos de hipocresía y miedo al qué dirán, aunque suele moralista no existe nada más bello que despertar cada día sin el peso de un: PUDO HABER SIDO MEJOR.
Soportamos injustas injurias, a veces, solo para ver sonreír a personas que aunque no tienen derecho, se brindan la potestad de injerir en nuestro existir con inventivas que no hacen más que destruir la poca autoestima que tenemos,  es muy religiosa esa frase que dice: DIOS NOS DA LAS BATALLAS MÁS FUERTES A LOS MEJORES GUERREROS. Pero yo no creo en Dios, pero creo en el equilibrio y sé que hay personas que son felices haciendo daño a quienes les dan la mano, pero aun sabiendo eso prefiero ayudarlo o ayudarla pues conozco el origen de su odio, y es que esa apatía nace de un corazón que en el ayer fue bueno y fue pisoteado como un insecto indeseado, quizá la sensación de ser incipiente al recibir la mordida de la serpiente del odio humano, quitó la voluntad de su palma abierta al corazón de un herido y se hizo un puño con el cual prefirió herir a ser relamido por la desidia que ayer lo hizo sufrir, a veces pensé en hacer lo mismo, pero una voz dentro de mí me decía: NO, TÚ NO ERES ASÍ. Y aunque muchas veces la maldije, entendí que era lo mejor, cuando más daño recibes no puedes ocultar las cicatrices que te deja el pasado atardecer, el arrebol se nota en tus ojos, en cada gota que deja un sendero en tu paz, una huella que muestra la carencia de paz en ella, pero la luna de una sonrisa puede regalar esperanza, debería ser ilícito causar heridas en los corazones que brindan la mano sin buscar razones, soy de los que idealizan un mundo donde no existan motivos para hacer el bien, soy muy soñador pero lucho por hacer mi sueño real, lucho cada día por hacerlo verdad, sé que para que exista el bien debe existir el mal, pero eso no significa que los buenos debamos descansar, un corazón impetuoso es más bello que el donairoso odio que se viste de soberbia, más de medio mundo vive poluto en sentimientos que causan yagas en el vivir diario, los buenos también estamos contaminados por daños aportados a nuestro corazón, TANTAS ROSAS DE PLÁSTICO HUMILLANDO A CLAVELES POR SER DIFERENTES, PERO LOS CLAVELES NO HIEREN CON SU BELLEZA Y MUEREN SIENDO SIEMPRE ÚNICOS.
Tantos santurrones abusan de una forma tan impía del iluso, para conseguir lucro de una ayuda cuyo uso fue desinteresado, humanos indolentes, carentes de humanidad, por falta de amor, queridos lectores, aun siendo poco, hacemos más que mucho, cambiaremos a muchas personas que no tengan ideales y seremos un ejemplo para la generación siguiente, una generación libre, rebosante de vida, de ideas innovadoras, de palabras sanadoras que eviten romper corazones sino que unan lazos perdidos en el tiempo.
Quiero ser el viento que mueva los mares de dudas y regale respuestas en forma de brisa, quiero ser la prisa que mueva los corazones flemáticos, quiero ser un ejemplo de positivismo en un mundo tan problemático, seré quien brinde alimento a los hambrientos de certidumbre, seré la rutina que rompa la costumbre y la luz que alumbre los días oscuros de quien me escuche entre los gritos de sus lamentos, sin ser nadie brindare indulto a los fantasmas de un ayer poluto, hay dolores tan inefables que ni la religión persona ni sabe manejar, hay dudas tan grandes que ni la ciencia puede aclarar pero siempre hay un demente que está dispuesto a dar la vida por el simple hecho de querer ver reír a los demás, suena a altruismo pero no es así, no es lo mismo ayudar sin buscar nada y ayudar porque sí, yo ayudo porque me hace sentir pleno aun siendo efímero, como una ola que besando al orilla, tan rápido como viene se va, así es mi felicidad, pero mis escritos son el mar que siempre cubre lo seco de mi alma y brinda vida a quien nada a través de mis líneas y siente mi sentir con el vaivén de mis mensajes.
Si bien es cierto no estamos inermes ante tantos sucesos vividos y es inevitable, no podemos ocultarlo, no somos buenos fingiendo, nuestro sentir es una epopeya y nuestra forma de ver a quienes amamos una oda, algo tan acendrado pero centrado en una sola cosa: EL BIENESTAR AJENO. Reímos después de sentir aquel brebaje que drena nuestras fuerzas, nuestras ganas de vivir, el anhelo de fruición, el mismo que se halla en un semblante feliz o dichoso, salimos heridos pero airosos de por lo realizado, es cierto que callamos, muchas veces mentimos.
Somos el silencio que calma en medio del bullicio de las masas, somos la canción de cuna que duerme los pesares de la gente, pero somos la hoja que corta nuestras manos, somos el propio daño que recibimos, somos la luna iluminando el crepúsculo cuando todos quieren el brillo del sol y somos el galán dorado que brilla cuando todos quieren apreciar la luna, somos la cuna que encierra sus pesares, somos el paso que corre a prisa para alcanzar la felicidad, esta es la nuestra verdad, el porqué de nuestro actuar y LA RAZÓN DE NUESTRA SONRISA.