En el árido camino de la herida que provoqué, destapé la botella
del suceso cometido para ver y sentir la efervescencia de mis memorias a tu
vera, en la era donde éramos felices haciendo cálido el invierno y gélido el
verano, tomaba tu mano para poder saltar sin importar la altura del abismo con
el anexo de esa frase que expresa el universo en un sentir, sin dejar de ser
nosotros mismos y sin miedo a morir. Justo en ese momento asumí mi epifanía,
entendí que en mi egoísmo al sujetar tu mano, no veía que sucedería después,
pues mejor que nadie sé y sabía que puedo y podría con todo escollo que te
roce, que el beso de las doce o la soledad mental de las tres de la mañana no
importan pues al llegar al alba te veré, verás que cada amanecer habrá valido
la pena aquella pugna que al inicio era mía y ahora nos pertenece, cuando dos
personas se aman el amor crece, desaparecen las fobias y las dudas latentes
ahora son carentes de vida.
Sabes mejor que nadie querida númen que en aras de un homenaje te hice un monumento pintado con mi sangre en los momentos de pasión, donde en cada beso perdía el aliento pero llenaba el corazón, confieso que el tiempo es el tirano, al menos así lo veo yo, pues nos separa día a día y desprecia nuestro amor sometiendo nuestro sentir a solo veinticuatro horas y por unos cuantos días al año, saber que el tiempo contigo dura poco y sentir que se hace una efímera eternidad el esperarte.
El orgullo fue el demonio que impuso su ley en tu paso diario y yo callé al mío haciendo mis latidos tuyos por tener ese adversario, admito que escucho tus gritos ahogados, entiendo la frase que me canta tu pestañeo, ya he besado tus pies para estar en las huellas de tu camino, ahogué mi altivez en el revés de la marca que dejó el caer de tu quebranto para protegerte con un abrazo y corrí hacia la pinacoteca para regalarte la cárcel que atrapaba mi alma en un «TE QUIERO», si no muero, el giro de noventa donde me deserta tu soberbia, me mata, lo que me resulta maravillosamente irónico, es ver como tú me dices «VETE» pero tu corazón me dice «QUÉDATE», tus huellas me alejan y el hilo carmesí atado a ti me dicta la dirección del sendero donde cada suspiro nos hace palpar airosos y con un garboso «TE AMO» me hallo a tu lado rebosante de júbilo, es lo único que importa, mi ahínco aporta fuerza a tu complejo de imán, pues cuando reniegas me brindas tu lado semejante al de un demonio y me repeles, pero siempre tengo tu opuesto que por supuesto va perfecto conmigo. Ahora estamos juntos de nuevo, el alba de nuestra unión tras EL PUENTE DE LOS RECUERDOS.
Sabes mejor que nadie querida númen que en aras de un homenaje te hice un monumento pintado con mi sangre en los momentos de pasión, donde en cada beso perdía el aliento pero llenaba el corazón, confieso que el tiempo es el tirano, al menos así lo veo yo, pues nos separa día a día y desprecia nuestro amor sometiendo nuestro sentir a solo veinticuatro horas y por unos cuantos días al año, saber que el tiempo contigo dura poco y sentir que se hace una efímera eternidad el esperarte.
El orgullo fue el demonio que impuso su ley en tu paso diario y yo callé al mío haciendo mis latidos tuyos por tener ese adversario, admito que escucho tus gritos ahogados, entiendo la frase que me canta tu pestañeo, ya he besado tus pies para estar en las huellas de tu camino, ahogué mi altivez en el revés de la marca que dejó el caer de tu quebranto para protegerte con un abrazo y corrí hacia la pinacoteca para regalarte la cárcel que atrapaba mi alma en un «TE QUIERO», si no muero, el giro de noventa donde me deserta tu soberbia, me mata, lo que me resulta maravillosamente irónico, es ver como tú me dices «VETE» pero tu corazón me dice «QUÉDATE», tus huellas me alejan y el hilo carmesí atado a ti me dicta la dirección del sendero donde cada suspiro nos hace palpar airosos y con un garboso «TE AMO» me hallo a tu lado rebosante de júbilo, es lo único que importa, mi ahínco aporta fuerza a tu complejo de imán, pues cuando reniegas me brindas tu lado semejante al de un demonio y me repeles, pero siempre tengo tu opuesto que por supuesto va perfecto conmigo. Ahora estamos juntos de nuevo, el alba de nuestra unión tras EL PUENTE DE LOS RECUERDOS.
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