El amante efímero
Llevo casi
una década siendo preso del ambedo que me causaba tu existir, siendo tu amante,
tu enfermo dependiente del placentero placebo que me daban tus besos, tu perra
urgida, el mismo que sentía irrisoria la idea de existiera dicha sin ti y es
que llegaste para ser la puerta a la tierra de nunca jamás cuando la realidad
me azotaba con latigazos de depresión cuyas marcas no se tatuaban en mi
espalda, sino en el envés de mis muñecas, en los momentos más difíciles y
gélidos me diste tu mano y tu calor que se iba como el humo y me llenaba de
calma en cada beso, me acostumbré a tu presencia, al llegar el alba mis ojeras
malva y mi garganta seca tenían el menester de tus besos, las horas caminaban
por el sendero del día a día y a la hora del almuerzo ya estabas aquí, en clase
de deportes y en los paseos bajo el amparo de un cielo violáceo también, era tu
compañía lo que me hacía dichoso, antes que mi pluma trazara un universo en los
reglones de mi cuaderno, te tomaba de tu rubia melena y contigo dibujaba
estrellas rojas en un cuarto oscuro cuyo humo formaba un sendero conmigo como
plebeyo que iba en dirección a un mañana no bello, pero allí podía morir con
júbilo, en mis días de quebranto ahí estabas tú, cuando un cuarto de luna se
dibujaba en mi faz, ahí estabas tú, era como un matrimonio, había convivencia,
habían peleas por lo poco que durabas, noches de placer contigo y muchas
infidelidades de parte de ambos, tu por acabar en otros labios y dejarte tocar
por otras manos y mías por buscar sensaciones más fuertes. Estabas en la salud
y en la enfermedad aunque fue más enfermedad que salud, contigo saluda el humo,
sin ti la poluta pureza del hombre es quien da el primer Hola, eres menester en mi vida, irrelevante para mi cuerpo, te dejo
hacerme tuyo porque aunque me siento mal, me regalas la ilusión del vigor y la
calma, al terminar tu vida me acerco más al ostracismo que a mí mismo, eres
como el beso de la muerte, cálido en el sueño, gélido y libidinoso en la
realidad. Al irte laceras mis alas de primavera con tu hoja de invierno. No
existe ser vivo que no pase tu frontera pues no solo el humano goza de ti,
basta con que el sublime lance un rayo y toda la fauna y flora de un ecosistema le podrán conocer. No hay marcha que te frene, no busco
reclamarte nada, sería como esperar el perdón divino sin tener que humillarse,
en otras palabras, una insensatez, lo que busco decirte es que quiero dejarte
en aras de un lo siento, anhelo no necesitarte pero el no verte y desearte no
lo veo como opción, las cartas del tarot me presagian el mañana y francamente
contigo o sin ti no se ve mejor.
Vivir sin tu amor: El mismo que mata mi ansiedad y mi ilusión de llegar a longevo.
Vivir contigo a gatas: Ganuflexo y desesperado por hallar algún pretexto para catar tu sabor y así ir probándome el donairoso traje que calzaré al dormir con un cristal como manta.
Verte en ocasiones: Me parece buena opción, pero en ese furtivo encuentro vuelvo a la segunda alternativa y a los órganos que me mantienen con vida no les agrada ese camino.
Vivir sin tu amor: El mismo que mata mi ansiedad y mi ilusión de llegar a longevo.
Vivir contigo a gatas: Ganuflexo y desesperado por hallar algún pretexto para catar tu sabor y así ir probándome el donairoso traje que calzaré al dormir con un cristal como manta.
Verte en ocasiones: Me parece buena opción, pero en ese furtivo encuentro vuelvo a la segunda alternativa y a los órganos que me mantienen con vida no les agrada ese camino.
Eres el
hombre en soledad y la mujer ideal en compañía, ninfas que seducen sin importar
el género de tu elección, quiero pedirte un favor de pecador a pecado, dame un
beso que me lleve al otro lado de la luz del túnel o bríndame la fuerza de tu
seducción, de un fumador al tabaco te entrego este regalo como muestra de mi
dependiente amor y te confieso que eres la peor alternativa de escape que vi
como la mejor opción. Esta oda a tu pomposidad, termina como tu vida en mis
labios, como la mía por tu causa, no tendría fin si pusiera todo lo que me hace
sentir tu simple presencia, iré por un paquete de ninfas, total, muerto ya
estoy.
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