Mi pluma baila si te nombra,
mi hombro derecho se duerme si te mira,
tengo suspiros trovadores que te regalan una oda y basta una mirada,
para que veas lo que nadie puede ver.
tengo suspiros trovadores que te regalan una oda y basta una mirada,
para que veas lo que nadie puede ver.
La erosión de mi alma es gracias a la lluvia de tus emociones, eres la
catarsis de mis temores, el numen de este escrito, lo siento es estoy maldito y
es mi sangre la que te mancha, mi flor.
Y sigo limerente viendo tu
ignorancia, palpando tu piedad, siento tu rocío parir mi ataraxia, conozco la
galaxia de tus miedos cuando te veo y tú la infinidad de mis pecados cuando me
ves llorar.
No nací para conocerte, no llegaste para fijarte en mí, pero en el violáceo
cielo todos buscan la luna y una estrella y casi todos aman el ocaso, pero aún
que no te conozca amo todo de ti.
Mariposa viajera tú que yerras
por las espinas y las riegas con tu sangre buscando el meollo de la flor del
idilio agostado y soslayas los vendavales del gélido hoy, el invierno es impío
con tus alas, yo soy el fuego que necesita tu ser.
¿Oda al mar? ¡Claro que sí,
Adamar, solo a ti,
en la vida todo es barato,
lo más caro fue ver amor que creí perdido desde que te conocí.
Adamar, solo a ti,
en la vida todo es barato,
lo más caro fue ver amor que creí perdido desde que te conocí.
A las 12 cerré mis ojos y te
vi,
A las 3 te lloraba abrazando mi almohada,
A las 6 sentí tus besos en mi cuello,
A las 9 desperté y noté que solo en mis sueños estabas, fue tu ausencia lo único que estaba allí.
A las 3 te lloraba abrazando mi almohada,
A las 6 sentí tus besos en mi cuello,
A las 9 desperté y noté que solo en mis sueños estabas, fue tu ausencia lo único que estaba allí.
Y te plasmo en mis reglones, tu me miras con ignorancia, son mis ansias las
que ignoras, pero en las rosas hallo tu fragancia,
frente al mar en un espejismo veo bailar tu cabello y en mi cama te abrazo mi cobija suplanta tu calor.
frente al mar en un espejismo veo bailar tu cabello y en mi cama te abrazo mi cobija suplanta tu calor.
El acto de presencia tuyo tan
ausente se presenta, el calor de tu mano se dibuja en el empañado reflejo de mi
palma frente al espejo, dime ¿Qué hago? Mi corazón te grita y mis suspiran me
callan, pues este pecho timorato te regala serenatas en silencio que interpreto
en una sonrisa cuando estás frente a mí.
El hoy se hace ayer mañana, pero en este caso todos se parecen, ayer te vi
en mis sueños, hoy al amanecer, pero mañana ¿mañana?,
Mañana miraré la luna suplicando verte hoy para recordarte ayer.
Mañana miraré la luna suplicando verte hoy para recordarte ayer.
Mira dentro de mi ser, soy un
minino asustado, observa mi alma y verás mis temores, pero pon tu oído en mi
pecho cuando me abraces por compromiso para que sepas que por dentro soy un
guerrero, en mis ojos solo hay una chispa, pero por dentro hay un infierno.
Ojos de fuego que reflejan el sol, sonrisa menguante imitada por un boceto
imperfecto como la luna, caricias de seda cuando consuelas en aras de
absolución, vida tan etérea, personificación de idilio, rosa del edén color
canela, mírame cuando quieras, en mi verás lo que es amar a alguien que teme al
desdén.
No bastan rosas, no bastan
flores, no existe joya ni presente mejor que un ósculo tuyo en la frente y un
amor recitado por esos labios tan perfectos y ese coro de ángeles que llamas
voz.
Mi pecho golpea fuerte, vive de berrinches exhortando tu atención, mis ojos
son reacios a la orden mía de no seguirte, mi sangre tiñe mis pómulos de un
trémulo carmesí cuando por milagro me sonríes, mi mano baila para palpar tu
recuerdo que en un cuaderno paupérrimo, puede que sea poco, pero sin importar
que pase será eterno tu lugar en el.
El ave rozando la mar parte
rumbo al ocaso y yo cazo tus dolores con un abrazo que una tus retazos o me
caso contigo si acaso lo deseas así, quiero llevarte de picnic en una montaña
con vino y robarte un beso bajo la noche escarchada y la mangata como testigo
de un amor infinito como una catarata.
Tu eres el símil de mi alma gemela, yo solo simulo un amigo más, mas te
pienso en mis noches en vela, velando los sueños que por tu talento sé que
conseguirás.
Tu rugido se escucha a millas y a millas estoy de
conocerte mi luna, cuando llegas amanece y cuando
despierto te vas, oasis del
desierto, tan infinita eres que sería incierto no reconocer que con tu sola
existencia
defines beldad.
Comentarios
Publicar un comentario