Ay humano,humano, humano, tienes manos y no sujetas ni acaricias por temor al rechazo, tienes piernas y no acechas, no yerras ni las ofreces de regazo, no huyes ni sigues, no corres, ni caminas ¿De qué te sirve tener pies, si no dejas huellas?
¿Cuándo será el día que conozcas tu valía? ¿Por qué vistes tu beldad de hipocresía?
Cómo me gustaría haber conocido al humano en su época de supremacía.
Donde lo fácil solo era fácil cuando por segunda vez se hacía.
Donde el empirismo de la vida traía la felicidad.
¿Qué ganas con discursos fariseos? ¿Te sientes más seguro?
Siempre el timorato en conjunto muta en un ser bravo y corajudo.
Extraño esos momentos cuando el objetivo de la existencia era conocer lo desconocido, el hambre de conocimiento, las ganas de siempre aprender algo más.
Vida mía, que vulgaridad, que ofensa más grande y baja llamarte humano, bípedo consciente, cuando te falta humanidad.
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