Esta siento una ira febril, tanta aversión y misantropía no fue gratuita, fue gracias a la nada gentil dádiva del mundo, bueno no del mundo, sino de su cáncer, los humanos carentes de humanidad.
Se encargaron de agostar, un pecho latente y unos ojos brillantes, yo anhelaba germinar cuál hoja de árbol y dormir luego del último ocaso de estío, no ser un hierbajo en el que la gente limpie su suela como quien abandona una mancha en su hoy, atiborrado estoy de sus abrazos de sarcófago, sus miradas de murciélago y su falaz amor, Judas no conoció el muérdago, mas gracias a ustedes entendí la fidelidad del perro, asentí con la mirada, acepté su yugo, toleré sus oprobios, es obvio, por lenidad permití, hice demasiado mal sin saber que erraba, sociedad, confié en ti.
Muchas veces escuché atento sus reclamos, sus quejas, sus lamentos fariseos que camuflaban su estulticia, buscaban gente buena con la frase "Hijo, te hace falta malicia".
Gracias a eso mi niño interno llora con vehemencia, no me hirieron el orgullo, privaron de arrullo a un trémulo soñador, no frenaron mi aleteo, pero golpearon mi capullo, no cambiaron la prosa vesánica de Jack, tan solo le dieron una Gillette, un tintero y una pluma al pequeño Zhazirt, no bajaron mi mirada, doblaron mi sonrisa con perlas de leche.
¿Por qué se enfadan tanto cuándo les hacen lo mismo?
¿Para qué desean héroes si eligen a los bastardos?
Los besos que no me dieron son los que regalo con desdén, la sevicia con la que hurtaron mi inocencia hoy solo son orgasmos vacuos vestidos de amor, aquel vaho grisáceo con notas a Marlboro, en mis ayeres fueron suspiros estertores que a gritos ahogados exhortaban "No me abandones" mientras la soga se alejaba sonriendo con picardía.
Querido mundo, caterva de hombres, no les escupo por respeto a mi saliva, ni los odio pese a su desprecio, hoy solo saco las flechas que a espaldas aladas con fines lúdicos lanzaste y espero tu quebranto limpie la sangre que derramaste, mañana volverá a llover.
Las puertas del mañana ocluidas están al hoy, verlas es la quimera que venció Don Quijote, pues al igual que mi rencor, lo buscan y derrotan, pese a "No estar ahí".
Se encargaron de agostar, un pecho latente y unos ojos brillantes, yo anhelaba germinar cuál hoja de árbol y dormir luego del último ocaso de estío, no ser un hierbajo en el que la gente limpie su suela como quien abandona una mancha en su hoy, atiborrado estoy de sus abrazos de sarcófago, sus miradas de murciélago y su falaz amor, Judas no conoció el muérdago, mas gracias a ustedes entendí la fidelidad del perro, asentí con la mirada, acepté su yugo, toleré sus oprobios, es obvio, por lenidad permití, hice demasiado mal sin saber que erraba, sociedad, confié en ti.
Muchas veces escuché atento sus reclamos, sus quejas, sus lamentos fariseos que camuflaban su estulticia, buscaban gente buena con la frase "Hijo, te hace falta malicia".
Gracias a eso mi niño interno llora con vehemencia, no me hirieron el orgullo, privaron de arrullo a un trémulo soñador, no frenaron mi aleteo, pero golpearon mi capullo, no cambiaron la prosa vesánica de Jack, tan solo le dieron una Gillette, un tintero y una pluma al pequeño Zhazirt, no bajaron mi mirada, doblaron mi sonrisa con perlas de leche.
¿Por qué se enfadan tanto cuándo les hacen lo mismo?
¿Para qué desean héroes si eligen a los bastardos?
Los besos que no me dieron son los que regalo con desdén, la sevicia con la que hurtaron mi inocencia hoy solo son orgasmos vacuos vestidos de amor, aquel vaho grisáceo con notas a Marlboro, en mis ayeres fueron suspiros estertores que a gritos ahogados exhortaban "No me abandones" mientras la soga se alejaba sonriendo con picardía.
Querido mundo, caterva de hombres, no les escupo por respeto a mi saliva, ni los odio pese a su desprecio, hoy solo saco las flechas que a espaldas aladas con fines lúdicos lanzaste y espero tu quebranto limpie la sangre que derramaste, mañana volverá a llover.
Las puertas del mañana ocluidas están al hoy, verlas es la quimera que venció Don Quijote, pues al igual que mi rencor, lo buscan y derrotan, pese a "No estar ahí".
"por qué desean héroes si eligen a los bastardos" me gusta la filosofía que implementarse en el texto, no soy gran critico literario , es más apenas y se escribir pero aunque necesite repetir la lectura me gustó la mezcla de sentimiento entre melancolía y enojo...creo
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