Querido padre, símbolo de liderazgo hogareño, huracán dormido en tus momentos de ceño fruncido, conocí tus abrazos de pequeño, tus latigazos con el caoba de tu mirada solo para avisar lo que estaba por suceder, mi imaginación viajaba en el escenario de tus anécdotas deseando haber sido yo quien las hubiera vivido, me mostraste que los golpes de la vida pueden dejarme ganuflexo eternamente si lo permito, admito que tu gélida sonrisa era engañosa, por momentos era tan impoluta que contagiaba gozo, otras eran tan falsas, solo para no demostrar tu infausta alma, tu pesar sentimental te hacía estoico a mis abrazos pero siempre fuiste mi escudo contra las estocadas de la vida, me mostraste que la infinidad del universo está en dos lugares, los ojos del amor de tu vida y en la mar, se me hizo hábito defender mi dogma sin herir, me mostraste que el honor es importante en el ser humano, "que la mano que jamás te fallará es la propia". "la sombra de tus vivencias tendrán secue...
Busco que la gente se identifique con mis escritos, que mis letras lleguen al corazón del lector