En esta gélida noche donde el firmamento abraza mi quebranto, solo una botella de vino seco abraza mis pesares, pasan los minutos y dejan huellas en mi piel, imborrables como los lunares, las huellas del destino, solo hallo mi paz en los ojos que no miro, un receso a la cruel realidad que tanto me hiere, hay noches donde mi espíritu prefiere salir de este cuerpo finito y volar hacia lo infinito para evitar el hado que producen las peripecias del mañana incierto, tengo el secreto del recuerdo eterno en un cuaderno donde manda una pluma y una incandescente luz, la misma que muere con el pasar de la noche, muchas veces al corazón le llegan ganas de hurgar en lo que no debe, solo para hallar lo que no quiere conocer, EL DOLOR , elixir necesario cuyo sabor deja la hiel en los labios de quien pronuncio un TE AMO, llegamos al punto de considerar hostil al amor, cuando es la cura del mismo dolor causado por un goloso hambre de conocimiento, hambre de ...
Busco que la gente se identifique con mis escritos, que mis letras lleguen al corazón del lector