Con sólo veintidós primaveras hiciste emerger una vida, jamás sabré si fue planeado o mero azar, quizá fue un accidente, quizá te llenó de júbilo saber que iba a llegar, sé que por el nacer de tus comprensibles temores, casi no llego a nacer, fuiste valiente al ser madre antes que mujer, pasaste el riesgo de tu vida en tu viaje, donde el equipaje fui yo, tu meollo alimentó mis noches de vida, tu afecto me brindó fuerza, tu impura pureza me brindó calma y tu impetuoso espíritu me regaló la sonrisa. Nueve meses recorridos en el limbo donde juntos nos hallábamos, callabas tus dolencias cuando mis ocurrencias causaban sismos en tu ser, la paradoja del sexo femenino, ser tan frágil como el cristal más fino, pero tan dura y valiosa cual diamante, fui el rival número uno para tu esbelta silueta, recuerdo cuando me narrabas tus súplicas para sosegar mis berrinches mientras estaba en tus adentros, recuerdo los nervios en tu relato, eras incipiente, jamás fuiste recipiente de existe...
Busco que la gente se identifique con mis escritos, que mis letras lleguen al corazón del lector